UNA NUEVA GESTA LIBERADORA

EL PUEBLO ARGENTINO, UNIDO,
ESPERA SER CONVOCADO A UNA NUEVA GESTA LIBERADORA
Por Walter Moore y Marcelo Gullo
Esa gesta no es otra que la de restituir la Patria Justa, Libre y Soberana.
El Pueblo invitado a festejar su cumpleaños ha demostrado su alegría, su disciplina, y su protagonismo. Sin ninguna violencia, sin ninguna competencia, con una ejemplar convivencia dos millones de niños, adultos, ancianos y jóvenes permanecieron disfrutando juntos durante varios días en el centro de la Ciudad de Buenos Aires.
Todos vimos esto, pero ¿Qué significado político tiene esta Comunión?.
No es casual que esta enorme manifestación de civilidad aparezca cuando el gobierno toma medidas de decidido corte peronista. Este apoyo popular muestra, en los hechos, como funciona la afirmación de Perón, ante la disputa de su herencia política: “Mi único heredero es el Pueblo”. O sea que mientras los dirigentes asuman la causa del pueblo resumida en los Tres Principios, el Pueblo los acompañará con todo lo que tiene, como lo hizo aún con el despótico Proceso, cuando asumió la causa nacional de Recuperar las Malvinas.
El fracaso de las Fuerzas Armadas en su campo específico de acción, puso fin de la enorme influencia política que tuvieron, hasta quedar definitivamente sepultadas con los juicios por delitos de lesa humanidad. La visión de esos viejos “imponentes” generales entrando en la cárcel por los abusos cometidos una generación atrás, borra de la mente de cualquier poseedor de armas provistas por el Estado la posibilidad de usarlas impunemente contra su propio pueblo, so pena de jubilarse en una celda.
Enviar a José Martínez de Hoz a una cárcel común establece un hito bicentenario en la lucha por la liberación nacional. Se trata de un hombre de la esencia del poder imperial, desde que el General Beresford nombró a su antepasado a cargo de la Aduana de Buenos Aires, pasando por los dos millones de hectáreas que les regalara el General Roca, hasta la representación personal de Nelson Rockefeller, convierten a este personaje en el delegado imperial más importante de la Argentina, el Jefe de las 50 familias protegidas por la Corona Británica, el Virrey a cargo. No es un empleado calificado como Cavallo o Menem, representa los intereses de la oligarquía más rancia de la Argentina, y es probable que en cualquier otro momento de la historia, una flota británica o norteamericana se estacionara frente a nuestro puerto para exigir su libertad.
En estos mismos días, el conflicto con los directivos de Papel Prensa ha destapado una caja de Pandora, mostrando los aspectos más siniestros del capitalismo, utilizados por los administradores del poder económico con su principal instrumento la Corporación Mediática. Ahora, finalmente iluminados por la verdad, la dueña del diario Clarín, su principal ejecutivo y los directivos del diario La Nación se encuentran en la puerta de la cárcel por delitos de lesa humanidad, y su poder económico en la puerta de una crisis terminal. La corporación mediática local, urdida por la CIA también en una gran cantidad de países de América Latina y de Europa, está al final del camino en la Argentina, pues mientras el holding Clarín se desmorona, los medios nacionales y populares ganan espacio y marcan el nivel de la derrota ideológica del establishment, cuya decadencia es incontenible. Después del brote de histeria triunfalista sufrido después de la orquestada ofensiva sojera de “La 125”, no logran establecer un discurso opositor, ni generar un liderazgo, y mucho menos, crear una propuesta diferenciada. Así, día por día, declaración por declaración, tapa por tapa, refuerzan su posición perdedora.
El Pueblo argentino percibe esta debilidad de sus enemigos y también la pérdida de poder del Imperio Global, que retrocede rápidamente del “Mundo Unipolar” de hace una década, a una búsqueda desesperada de alternativas que, al menos, pospongan el derrumbe de las economías norteamericana y europea. No solamente ya no pueden definir el futuro, sino que el control del presente se le escurre entre los dedos. Van a la zaga de las actividades políticas de las Nuevas Potencias, como China, India, Suramérica, Irán y el resurgimiento de Rusia, siempre a caballo entre dos mundos, y un mundo árabe que sabe que tiene que hacer algo, pues la Era del Petróleo está en su ocaso, y el Gran Cliente pronto no podrá pagarles.
El Pueblo percibe esta situación favorable, con un establishment local debilitado y un capitalismo global en retirada, siente que se abre la oportunidad histórica para reinstalar la Soberanía Política, la Independencia Económica y la Justicia Social.
Esa es la Gesta a la que espera ser convocado nuestro Pueblo, que apoyará con todo al gobierno que las lleve adelante, para lo cual es necesario poner en marcha acciones concretas para restaurar cada una de las Tres Banderas:
SOBERANÍA POLÍTICA (La hora de los Pueblos)
El Imperio nos impuso las Constituciones de 1853 y de 1994, el Pueblo, logró instaurar la Constitución de 1949, que fue derogada ilegalmente por un bando militar en 1956. Un decreto presidencial puede eliminar este bando y restaurar la Constitución de 1949, luego un equipo de juristas debe dar de baja todas las leyes que se oponen a la misma e implementar todas las medidas para que esta se cumpla en su totalidad.
Por otra parte debemos denunciar (desconocer) los infames tratados de Madrid (rendición de las Islas Malvinas) y de Londres (garantías a las inversiones extranjeras) firmados por el lacayo imperial Domingo Cavallo, gracias a los cuales se terminó de extranjerizar nuestra economía.
Para revertir esta situación es imprescindible retomar el control de nuestro Banco Central, dividiendo las actuales funciones en dos: la estructura actual debe proseguir con sus actividades de Policía Bancaria, controlando la actividad del resto de los bancos y manteniendo las relaciones de cortesía con la Banca Global. Una nueva Organización Monetaria Federal debe ser responsable del resto de sus actividades, tales como las destinadas a la emisión de moneda y al control de su circulación, y del sistema cambiario y aduanero. Esta organización debe complementarse con filiales en cada sede central de los Bancos Oficiales de cada una de las Provincias Argentinas, para asegurar el Federalismo Monetario, base del desarrollo armónico de todas las regiones argentinas.
Ningún sistema de provisión de servicios públicos puede quedar en manos extranjeras, deben ser parte del patrimonio estatal agua y energía en todas sus formas, telecomunicaciones y transportes (incluyendo puertos, flotas, sistema ferroviario, fábricas de vehículos de trabajo y de vanguardia, etc.), el Estado debe garantizar la provisión de materias primas esenciales como acero, cemento, uranio y metales estratégicos, desarrollos en alta tecnología, y de sistemas de generación y uso de energías alternativas, industrias básicas como la química pesada, siderurgia, energía eólica, producción de hidrógeno como combustible, etc. es una tarea indelegable del Estado Argentino.
La Doctrina y el Equipamiento para la Defensa deben ser adecuados tanto a las nuevas condiciones políticas internacionales y a las nuevas capacidades tecnológicas. La recuperación y defensa de nuestro Océano y de los territorios ocupados por empresas extranjeras, requiere organizarnos para llevar adelante la Guerra de Todo el Pueblo, tal como funcionan la fuerzas armadas de Suiza, que incorpore un sistema de conscripción cívico-militar que combine las formas de Guerra Asimétrica con la reconstrucción de la industria militar, una modernización aeronáutica, la construcción de una flota de submarinos nucleares, un desarrollo misilístico avanzado, nuevos sistemas de control costero y un sistema eficaz de radares y satélites.
La Soberanía Política requiere la Ocupación Productiva de todo nuestro enorme Territorio, en el cual 19,5 millones de hectáreas se encuentran en poder de extranjeros, situación que debe ser corregida de inmediato.
Ocupar productivamente requiere brindar trabajo y calidad de vida para todos los habitantes, lo cual es imposible con el actual devenir del capitalismo, que no genera ingresos para los jóvenes y convierte a los mayores en una carga imposible de sostener en el mediano plazo. Las grandes metrópolis son un remanente de la sociedad industrial, que necesitaba gran cantidad de personal en sus fábricas, el post-industrialismo[1] se basa en unidades productivas menores, donde la diversificación sustituye a la masividad. Este cambio ha convertido a las actuales metrópolis en organizaciones parasitarias de los verdaderos sectores productivos, pero… la gente quiere disfrutar de los servicios urbanos, para lo cual es necesario crear nuevas ciudades, y las ciudades nuevas[2] deben ser planificadas, de manera de garantizar un puesto de trabajo y un ingreso para cada miembro, joven o viejo, incrementando su autosuficiencia para no depender del sistema mercantil manejado por el enemigo, y es el lugar adecuado para convertir el actual déficit de viviendas[3] en superávit, lo cual es imposible con los sistemas hipotecarios existentes, que son los que ocasionaron la grave crisis financiera mundial.
Nuestra influencia política depende también del crecimiento de la población (debemos encontrar la manera de duplicarla en cada década por venir), por ese motivo debe impulsarse la creación de nuevas familias numerosas, fomentar la inmigración para importar a las personas en lugar de exportar la comida, asegurándoles trabajo digno para todos. En un país (y un Continente) donde está todo por hacerse es imposible que falte trabajo, y solamente una guerra solapada ha permitido que existan desnutridos en un país que produce alimentos para 10 veces su población.
Esta es parte de una gran cantidad de operaciones contra nuestra población y nuestro territorio que deben ser desactivadas, por ejemplo: la contaminación de nuestros campos y agua dulce con agroquímicos y químicos de la actividad minera, el narcotráfico (un delito urbano) es un instrumento de degradación física y moral para la población, y es nuestro deber erradicar la mayor lacra de nuestra época, creando un sistema punitivo especial para este tipo de delito y expulsando del país a cualquier organización extranjera vinculada con esta problemática.
La nacionalización de los medios de difusión debe alcanzar a las agencias de publicidad (hoy casi totalmente en manos de multinacionales), las empresas de investigación de mercado y opinión, las de asesoramiento legal, económico y tecnológico, todas las cuales deben ser 100% argentinas.
Todas estas actividades deben ser promocionadas y coordinadas con los gobiernos de los países que integran el UNASUR, de manera de establecer programas de cooperación y coordinación de políticas productivas o de desarrollo territorial y defensivo comunes. Por ejemplo, coordinar un sistema normativo común que permita abastecer a cualquier región que tenga un déficit con una producción semejante de otra.
La Soberanía Política es el resultado de la eliminación de la dependencia en todas sus formas: Política, económica y cultural. Veamos las otras dos:

INDEPENDENCIA ECONÓMICA (Combatiendo al capital).
En 1955 comenzó un proceso de extranjerización de nuestra economía, para lo cual ha sido central el manejo financiero y la destrucción del aparato productivo del Estado. La poderosa producción de las pequeñas y medianas empresas industriales desarrolladas durante el gobierno peronista pudieron hacerlo gracias al financiamiento del Estado y la gran cantidad de cooperativas de crédito formadas por las mismas empresas. El gobierno de Onganía y luego el Proceso destruyeron todas estas formas de financiamiento de las empresas argentinas.
La extranjerización de las grandes empresas argentinas se hizo mediante ardides financieros, pues mientras las empresas extranjeras se fondeaban al 2 ó 3% anual, las empresas argentinas no podían conseguir financiamiento sino pagando entre un 15 y 25%, lo cual licuaba cualquier beneficio o capacidad de reinversión. A esto se sumó la diferencia de cambios entre el peso y el dólar, lo cual también implicó un flujo de transferencia constante de nuestra riqueza a cambio de papeles verdes impresos en Estados Unidos. Con Martínez de Hoz quebraron 16.000 empresas productivas argentinas, con Alfonsín otras 46.000 y con Menem 103.000 más. Así hemos llegado a la actual situación en que las empresas extranjeras obtienen casi cuatro veces más dinero de los bolsillos de los argentinos que las empresas argentinas, (incluyendo a las estatales), pero generan solamente un 40% más de puestos de trabajo que las empresas locales y se llevan al exterior aproximadamente 18.000 millones de dólares (13.000 millones más de lo que invierten[4]).
Para revertir esta situación debemos dar a las empresas argentinas significativas ventajas sobre las extranjeras, para lo cual podemos poner en marcha las siguientes medidas:
1: Prohibición por 10 años de remisión de utilidades o pago por servicios a cualquier empresa extranjera y un castigo penal grave a cualquier salida de divisas no autorizada.
2: Nacionalización de los depósitos bancarios y provisión de crédito abundante con 0% de interés a cualquier empresa 100% argentina, y prohibición de dar crédito con dinero argentino a cualquier empresa extranjera.
3: Diferenciación del IVA; llevando a un 100% a la producción extranjera (importada, producida por capitales extranjeros en el país, marcas extrajeras, etc) graduando el impuesto hasta un 2% cuando se trata de una producción local en un 100%
4: Fijación indeleble en cada producto (o factura de servicios) el precio base de fábrica, diferenciando el IVA y el origen nacional de cada producto. La remarcación de precios o adulteración de datos resultará en la clausura del local implicado. El Estado debe dar facilidades a las organizaciones sociales para que intervengan masivamente en el proceso de distribución de bienes y provisión de servicios. La totalidad de los mercados mayoristas deben estatizarse, de manera que este se convierta en el principal formador de precios, condición imprescindible para controlar la inflación.
5: Promoción y financiamiento integral para aquellas empresas de bienes de capital, productora de alta tecnología y tecnologías no contaminantes.
6: Desmantelamiento de los monopolios y actividades concentradas tanto en los sistemas de producción agrícola ganadera, como las cadenas de distribución y en los servicios de cualquier tipo, obligándolos a dividirse en pequeñas empresas independientes que pueden compartir conocimientos y activos.
7: Emisión de dinero equivalente a un alto porcentaje del PBI nacional, distribuido en forma equitativa entre todas las regiones del país, definiendo como prioritarias aquellas regiones donde el consumo energético per cápita y por unidad de superficie sea más bajo.
8. Transformación del sistema crediticio, eliminando la tasa de interés (tal como lo hace la banca sharia actual), de esta manera los bancos deben convertirse en socios de las empresas productoras, compartiendo sus beneficios y no esperando que no puedan pagar para apoderarse de las garantías por sus préstamos.
9: Para proteger el Medio Ambiente es necesario decretar un Jubileo Ambiental, o sea un año congelando todas las nuevas actividades que afecten el ambiente (tala de bosques, vertido de contaminantes, etc.), realizando un detallado Censo Ambiental, para planificar las actividades agrarias y pesqueras futuras a partir del estado actual de cosas, orientando la producción agropecuaria hacia los productos orgánicos, que son los que representan el mayor valor agregado en términos de salud y también de ingresos, y protegiendo nuestra riqueza ictícola.
10: Diversificar la producción para disminuir la dependencia de la compra por extranjeros, para eso se autorizará la exportación en un máximo del 20% (en volumen) de cualquier tipo de producción, el 80% deberá destinarse al mercado interno.

JUSTICIA SOCIAL (Verdad es sinónimo de Felicidad)
El mismo proceso por el cual el Imperio Global instaló la sumisión política y la dependencia económica significó una degradación sistemática de las condiciones de vida de nuestro Pueblo. Que en un país tan rico existan pobres e indigentes sería un disparate si no fuera el resultado de una acción de guerra de baja intensidad contra nuestra Nación.
La desnutrición, el deterioro mental producido por el consumo de “Paco” y otros estupefacientes, la ausencia del padre en una vida promiscua que alcanza a todas las clases sociales, la falta de educación y capacitación laboral en un marco de pobreza o indigencia, están destruyendo a una parte importante de la generación de jóvenes argentinos, al punto que casi el 90% de la población carcelaria está constituida por menores de 25 años.
Por otra parte, las sucesivas crisis económicas provocadas por los cipayos locales del Imperio Global han generado una transferencia descomunal de ingresos desde los sectores pobres hacia los ricos. Y los mismos sectores se han ocupado de degradar el sistema educativo hasta tal punto que hoy se estudia en los doctorados lo que antes se aprendía en los primeros años de la universidad estatal. El siniestro Arturo Frondizi tiene grandes responsabilidades en el proceso de destrucción de la Argentina. No sólo destruyó la pujante industria automotriz nacional abriendo las puertas a 14 multinacionales que armaron autos aquí, levantó un tercio de los ramales ferroviarios de acuerdo al plan del general norteamericano Thomas Larkin, echando 60.000 trabajadores, dejó la bases para la extranjerización de nuestro petróleo, sino que comenzó el deterioro de nuestra educación superior abriendo las puertas a las universidades extranjeras.
Revertir esta situación requiere medidas inmediatas, tales como:
1: Un aumento de sueldos a todos los trabajadores, a los pagos a los jubilados y a las familias subsidiadas de 5.000 pesos, netos, incorporados al sueldo básico, sin aumentos proporcionales, lo cual permitirá un incremento inmediato de la calidad de vida de los que menos ganan. Las PyMEs argentinas que necesiten apoyo para solventar estos aumentos deben contar con el apoyo del Estado. Las empresas que no lo efectivicen de inmediato perderán sus permisos para operar dentro del país, haciéndose cargo el Estado de sus instalaciones y entregándolas a sus trabajadores, para el rediseño de su actividad.
2: Puesta en marcha del plan “El casado casa quiere” por el cual cualquier pareja casada que tenga hijos propios, o se encuentre esperándolos tendrá derecho al usufructo de una vivienda cómoda y confortable entregada por el Estado, preferentemente en ciudades nuevas o existentes con menos de 50.000 habitantes.
3: Creación de un Servicio Cívico-militar al que deberán ingresar todos los jóvenes entre 15 y 25 años que se encuentren en situación de marginalidad, donde recuperarán la salud, aprenderán oficios y se integrarán al sistema de Defensa de nuestra Nación.
4: Creación masiva de puestos de trabajo en la construcción de Nuevas Ciudades, reconstrucción del sistema ferroviario, desarrollo de grandes obras como el aprovechamiento integral de la cuenca del río Bermejo, la recuperación ambiental de tierras y bosques, la reorganización de las actividades de nuestras costas oceánicas, entre otras actividades.
5: Puesta en marcha de un programa de Transformación Educativa, donde toda la formación se centre en capacitar a los argentinos para solucionar los problemas que debemos enfrentar en el siglo 21, muy diferentes de los que planteaban los siglos 19 y 20. Este Programa implica considerar como medios educativos esenciales a los sistemas audiovisuales, en manos de los cuales quedará la reconstrucción ética y estética de nuestra población, degradadas por la oferta liberal de contenidos.
6: Creación de Clubes de Barrio en cada barrio de cualquier ciudad, que actúe como punto de encuentro de toda la comunidad y desarrollo de la cultura de cada lugar.
7: El sistema estatal de salud, inaugurado por Ramón Carrillo es lo que mejor ha funcionado a pesar de los intentos por convertir el cuidado de la salud en otro negocio financiero a través de “las prepagas”, por lo tanto los sectores operativos de estas empresas deben ser incorporados al sistema estatal de salud y el modelo de financiamiento adecuado a esta condición.
8: La Deuda Ambiental es cada vez mayor, por lo tanto, las actividades de saneamiento y recuperación de las personas afectadas por males ambientales debe ser una prioridad nacional, cerrando todas aquellas industrias y actividades contaminantes y dando trabajo en otras áreas a su personal.
9: Se debe crear el Consejo Alimentario Nacional, que recomiende los modelos de alimentación saludables, dejando atrás la epidemia de obesos desnutridos generados por la publicidad de las multinacionales. Aquellas comidas y bebidas que no cumplan con las normas de una sana alimentación deben ser erradicadas del mercado y sus marcas prohibidas.
El Pueblo intuye que tanto la situación política internacional como la situación política nacional son muy favorables para tomar medidas profundas, sacándonos de encima el saqueo y la dependencia para siempre, y una nueva lectura de todos los elementos en juego, prueba que el cambio es posible, aquí y ahora.
Buenos Aires, 1º de junio de 2010