FRAGILIDADES IDEOLOGICAS

Por Jorge Rachid

Desde que la caída del Muro de Berlín ocasionó algo más que el final de la Guerra Fría, –el eje que instaló Francis Fukuyama en su ya famoso libelo producto de una disertación de su teoría sobre el fin de las ideologías–, pareciera que muchos intelectuales y militantes políticos y sociales, clausuraron su visión anterior del mundo, abandonando el pensamiento crítico y subiendo destempladamente a la nueva ola globalizadora de la modernidad, abandonando sueños soberanos y utopías liberadoras, en pos de caminos de discurso único y democracia mercadista.

Esto no fue sólo producto del marketing que rodeó al pensador de origen japonés, entre otros, desde la Trilateral al Consenso de Washington, sino de un sinnúmero de nuevos y viejos sociólogos y politólogos como Michel Albert y su teoría del capitalismo renano; Alan Touraine explicando cómo debía aggiornarse la social-democracia europea; el periodista Guy Sorman tratando de convertirse en abanderado del imperio, no faltando los ex PC italianos en su discusión si con Marx o contra Marx podrían sobrevivir de la mano de Bobbio, Catena y otros –que aquí fueron adoptados – todos ellos sin beneficio de inventario en la segunda década infame de los 90, incluso por peronistas apáticos y desilusionados, que abandonaron sus sueños y caminan con rencor y sin humildad tratando de protagonizar la política sin pasar siquiera por el tamiz de la autocrítica.

Perón nos enseñó que la política con mayúsculas, es la política internacional; desde ahí el análisis, la necesaria reflexión y el diseño de los probables escenarios por venir.

Desconocer esto es ignorar el núcleo del pensamiento político, de la construcción del mismo y la recuperación plena del análisis crítico.

Sin embargo ahí están los escritos que anticipaban los tiempos, desde Lester Thurov en su libro la Guerra del Siglo XXI, hasta la más reciente Naomí Klein en la Teoría del Kaos, por nombrar sólo dos formados en el llamado primer mundo: Lester norteamericano y Naomí canadiense, junto a Walter Grazziano en Quien vió a Matrix o la recientemente fallecida Beba Balvé, una intelectual revolucionaria de estatura, en su libro Poder y Guerra, los que en conjunto y desde diferentes lugares anticipaban los tiempos y describían con precisión los factores de poder que operan a nivel mundial y cómo tiñen sus necesidades estratégicas –llámese petróleo, armas, agua dulce, áreas de influencia, control de drogas, comunicaciones entre otras – usando para ello los medios de comunicación que generan democracias dictatoriales y monarquías democráticas, según el alineamiento internacional que tengan.

Así la Argentina pasó de ser, en la dictadura y en la década del 90 , privilegiada en el mundo entero por su sumisión a los organismos de créditos internacionales, como el FMI y el BM, siendo por este hecho, alabada y recibida, en sus máximos niveles ejecutivos, como el Grupo de los 7 países rectores del mundo, como se recibía en el imperio a los virreyes, siendo exaltado este tema por los medios de comunicación locales e internacionales de nuestro país, previsibles, políticamente correctos y siempre alineados con el Imperio.

Fue el mecanismo de generación de dependencia, la deuda externa y el Plan Brady, más elaborado desde los créditos de la Baring en épocas de Rivadavia o del Pacto Roca-Runciman con Inglaterra, endeudarse primero, condicionar el comercio exterior después, abandonar el valor agregado convirtiendo el país en factoría de materias primas y al no poder asumir los compromisos de pagos, más deuda, entrega de activos físicos, desde empresas del Estado hasta tierras fiscales, libre juego del capital especulativo, buitre codicioso e insaciable como vemos hoy en Europa y ayer nomás en EE.UU.

Resultado: el desplazamiento de millones de argentinos a la periferia misma de la historia, abandonados a su suerte, transformados en parias después de haber transitado su vida de trabajo y esfuerzo, escriben la historia hasta nuestros días.

Sin embargo esta simple descripción, apretada y sintética, parece alejada de la política de cabotaje en nuestro país, ya que los principales dirigentes políticos actuales parecen no comprender cabalmente lo que sucede en el mundo, cómo se está dando el cambio de paradigmas, la situación de tensión instalada, los ataques de EE.UU. a la Unión Europea con intención de destruir el euro y por ende debilitar el bloque, los asesinatos selectivos por el mundo de la mano de la CIA, la Mossad, el MI5 inglés, la elección del pueblo musulmán como único enemigo del occidente cristiano, tan occidental como Japón y tan cristiano como Israel, la permisividad de los ataques preventivos en nombre de la democracia y la libertad.

Estas políticas ocasionaron en los últimos años más de un millón de muertos sólo en Irak y Afganistán.

No es lejana a esta descripción la expansión marítima y petrolera de Inglaterra sobre el mar austral argentino y nuestras Islas Malvinas.

No es menos significativo que el bloque completo de la UNASUR haya repudiado esta práctica y es llamativo como China – a propuesta de Chile – vota en el Comité de Descolonización junto al resto de los países en forma unánime a favor de la Argentina.

De esto no se habla en nuestro país y los medios concentrados lo ignoran, seguramente porque están más interesados en mostrar los pliegues de sus propias miserias.

Por eso habría que elaborar un test de preguntas para cualquier candidato político a futuro a cumplimentar con la misma puntillosidad con que se pide su declaración jurada de bienes y debería tener el mismo control en sus respuestas en caso de gobernar o cumplir algún trabajo político a futuro.

Preguntas que definan el perfil ideológico del candidato, un perfil que entierre lo mediático atado a la lógica del dinero, a la inversión productiva en lo personal que después debemos pagar todos los argentinos.

1. ¿Qué haría usted con la UNASUR, el Banco del Sur y el sistema de Defensa Continental de la UNASUR?

2. ¿Qué haría usted con el sistema previsional argentino? ¿Volvería a las AFJP del sistema de capitalización, fortalecería el sistema de reparto, ejecutaría una planificación estratégica de los recursos apuntalando el pacto intergeneracional y consolidando capital a futuro?

3. ¿Qué propondría usted como marco legal para los trabajadores? ¿Mantendría las recuperación de las leyes laborales, el funcionamiento de los convenios colectivos de trabajo, la Comisión del Salario Mínimo Vital y Móvil? ¿Ampliaría la cobertura de los desempleados, fortalecería la seguridad social para los sectores en riesgo o desprotegidos, los inválidos, los discapacitados, los enfermos crónicos sin acceso al mal llamado mercado laboral?

4. ¿Modificaría la ley 24.557 de Riesgos de Trabajo y eliminaría las ART como figuras responsables de la seguridad e higiene de los trabajadores? ¿Volvería a un régimen de protección de los trabajadores antes que indemnizatorio, ya que el único capital del trabajador es su salud?

5. ¿Estimularía la educación pública y eliminaría los subsidios a la privada que hace que los trabajadores paguen la educación de los ricos? ¿Avanzaría sobre las escuelas express? ¿Recrearía la educación técnica como pilar de la inserción laboral a futuro?

6. ¿Sería capaz de desarrollar la producción pública de medicamentos aún a costa del conflicto que generará la industria y que volteó más de un gobierno o ministro?

7. ¿Acumularía poder para transformar la fragmentación de hoy del sistema de salud en un plan nacional de salud que articule los diferentes subsectores y termine con la inequidad de argentinos nacidos en diferentes lugares con diferentes derechos?

8. ¿Planea hacer reglamentar el artículo 14 bis de la Constitución Nacional para que los trabajadores tengan acceso a las ganancias de las empresas?

9. ¿Cree que el Estado debe ser el eje articulador y promotor de la obra pública y los servicios esenciales de la población?

10. ¿Piensa que la libertad y los derechos son iguales para todas las personas sin diferencias de sexo, elección sexual, raza, religión o no, lugar de nacimiento y que el Estado debe promover y proteger esos derechos de cumplimiento efectivo de acuerdo al artículo 14 bis de la CN?

11. ¿Es capaz de promover la investigación y el desarrollo tanto en ciencia pura como aplicada, como forma de recuperar soberanía y sin aceptar imposiciones externas o privadas, abrir todos los caminos de investigación que usemos y no poseemos hoy para que sean parte de nuestro patrimonio nacional?

12. ¿Se siente capacitado para desarrollar fuerzas armadas que se integren a la política latinoamericana desarrollada desde la UNASUR, con una formación acorde en lo cultural que recupere la identidad nacional, la concepción de integración regional, dejando de depender de hipótesis de conflicto generados por terceros países?

13. ¿Mantendría la actual política de derechos humanos y los juicios por delitos de lesa humanidad como los que se están desarrollando, ampliando a los responsables civiles de la dictadura?

14. ¿Consolidaría la ley de medios vigente que implica la desmonopolización de los medios de comunicación, su federalización y su ocupación por entidades sin fines de lucro como universidades y entidades intermedias?

15. ¿Se daría una política de integración con los sectores desplazados en los 90 que aún no han logrado la reinserción social necesaria para tener cobertura social plena? ¿Cómo lo haría?

16. ¿Fijaría medidas proteccionistas para asegurar el trabajo argentino o abriría al juego del mercado los negocios internacionales?

17. ¿Se propondría usted una activa política de industrialización con medidas activas desde el Estado nacional para asegurar su cometido?

18. ¿Se siente capaz de realizar el esfuerzo de cambiar los ejes temáticos de la enseñanza en sus diferentes niveles desde primario a universitario, a los fines de apuntalar el pensamiento nacional, la identidad latinoamericana, la solidaridad como herramienta de los pueblos, el respeto a los pueblos originarios, la justicia social y la independencia económica?

19. ¿Trabajaría desde una concepción de movimiento nacional integrando a todos los sectores del campo nacional y popular a un planteo estratégico de un modelo de construcción política y social?

20. ¿Apuntalaría la idea de un Banco Central que esté al servicio del país antes que del sector financiero, eliminando la absurda pretensión de independencia del mismo? ¿Sería capaz de ponerle límites e impuestos al sector financiero rentístico del país? ¿Cambiaría la base tributaria injusta que hace pagar a los que menos tienen a través del impuesto masivo del IVA, por una tributación acorde a los perfiles económicos de cada grupo aportante? ¿Sería capaz de eliminar el impuesto al trabajo que hoy se paga como ganancias cuando es alimenticio?

Podría seguir con 20 preguntas más si nos dedicamos a la política con los candidatos antes que a los perfiles familiares, la noche de gala, el glamour y toda la frivolidad que golpea con fuerzas en los sectores más desprotegidos de nuestra comunidad.

El compromiso es con quienes más nos necesitan pero desde una concepción de justicia social y no de bienestar social, que remeda políticas asistencialistas, paternalistas, que degeneran en apropiaciones de voluntades dependientes, clientelísticas que lejos de hacer asumir compromisos los diluyen, apuntalando lo peor de la política.

Estamos en un momento de la historia de nuestro país y del mundo espectacular para producir los cambios que los tiempos de la conciencia colectiva del pueblo nos vaya marcando y nosotros colaborando en el apuntalamiento cultural necesario para transcurrir la historia de abandono y neoliberalismo que ha impregnado más de tres décadas.