ESPAÑA: EL PATÉTICO DESTINO DE UN SIRVIENTE DEL IMPERIO

Por Walter A. Moore
El hecho de que España no haya sido invitada a la "Reunión de los 20", a la que concurren, México, Brasil y Argentina, y la desesperación pública manifestada por sus más altos funcionarios ante este acontecimiento, son una cabal demostración que sus amos globales acaban de abandonarlos.
Así como se despide a un sirviente cuando su trabajo ha terminado, se prescinde del Gerente Designado para atender los intereses imperiales en América Latina.
La cortesía con que Cristina Kirchner ha tratado al Rey de España en una reunión donde ese país ya no tiene nada que hacer, puede tomarse como un detalle de educación y fina ironía, pues es evidente que las empresas mundiales gerenciadas por los españoles ya no tendrán peso ni relevancia en un futuro próximo en nuestros países. Ni Repsol es española, ni Telefónica, ni tampoco los bancos que se comportaron tan arrogantemente en nuestro país.
España es un "bluf", una mentira organizada para saquear con menos esfuerzo a nuestros países. Y toda su prosperidad es también una gran mentira que se caerá muy pronto como un castillo de naipes.
España creció al ritmo de la llegada del dinero negro de Europa convertido en ladrillos que permitirían a los ricos tomar algo de sol. Pero ese dinero está dejando de existir, con la gran estafa que los bancos hicieron con los fondos de pensiones y jubilaciones. Y si este flujo se detiene la principal actividad productiva de España colapsará, la desocupación será gigantesca, el consumo se reducirá dramáticamente y se generará la espiral descendente de los países quebrados.
Ahora que nosotros estamos disponiéndonos a tomar el control de las empresas argentinas (estales y privadas) que nos robaron con la complicidad de los traidores a la Patria locales, surge la evidencia que ni Repsol, ni Telefónica ni los bancos españoles son de ellos, sino de los titiriteros que manejan el resto del mundo. Y los vamos a recuperar lo mismo, con lo cual los beneficios que extraían de nuestros bolsillos a través de esas empresas, van a correr, más pronto que tarde, el mismo destino que la malograda Aerolíneas Argentinas, dejando a los fondos de pensión españoles sin algunos de sus principales recursos.
Tan poco españolas eran estas empresas, que ni siquiera podían financiarse a sí mismas, sino que usaban los recursos de las desaparecidas AFJP de Argentina. Nuestro pueblo está despertando y lo primero que atinamos a hacer, naturalmente, es recuperar lo nuestro.
Esta circunstancia tendrá como corolario que un número importante de españoles pierda la prosperidad que obtuvo con el saqueo de la Argentina y de los otros países latinoamericanos que les permitieron entrar durante el shock que siguió a la guerra económica, psicológica, política y cultural con que nos atacó un imperio que ahora se encuentra en el hospital, con pronóstico reservado.
Pero…, lo que es nuestro es nuestro, y la dinámica misma de esta crisis hará que lo recuperemos, con nuestros dirigentes a la cabeza o con la cabeza de estos dirigentes. Así viene la Historia del siglo 21.
Allí no terminan sus desventuras. Otra parte de la prosperidad española proviene de la decisión del Complejo Militar Industrial norteamericano de utilizar su territorio como la principal base de aprovisionamiento y descanso de tropas afectadas a las invasiones y control de sus intereses en Medio Oriente. Pero parece casi imposible que, con la actual crisis económica, Estados Unidos pueda continuar con el increíble derroche de recursos en sus aventuras militares en territorios extranjeros.
Y como si esto fuera poco, los estudios de sustentabilidad ambiental[1], designados como "huella ecológica", especificaron que España para producir la cantidad de productos que consume o procesa, necesitaría el triple de los recursos naturales que en realidad tiene, y dispone sólo del quinto de la cantidad de agua que necesitaría si quisiera producir lo que actualmente consumen[2]. Ahora todos estos productos se importan con el dinero que le sacan a América Latina.
Falta muy poco para que toda la escenografía de "progreso y opulencia" de España se desbarate como sucede al terminar una obra de teatro, dejando a la vista un paisaje de miseria similar al que ellos trazaron en nuestro continente.
Después del largo tiempo que necesitarán para reponerse del shock que sobrevendrá, tal vez su suficiencia se desvanezca y comprenderán que desde los Centros de Saqueo Globales modelaron a su gusto a ese país para facilitar el control de los recursos de nuestro continente. Lo que será más duro de asumir será que para eso, también reorganizaron la cultura de su población, incitándolos a que jugaran la parodia de un imperio al que ya derrotamos hace dos siglos.
Ahora quedarán librados a su suerte, pobres y con 1,7 millones de drogadictos habituales[3] y una imparable inmigración de africanos desesperados dispuestos a disputar la poca comida que estará disponible.
Pobre España, en manos de una clase dominante pedante y engreída, producto del increíble retroceso histórico que la hizo involucionar desde una república a una monarquía. Un grupo que alucinó que podía convertirse en un país dominante, y darse el lujo perverso de maltratar a naciones como la nuestra, que se ha comportado tan gentilmente con ellos cuando enfrentaban una hambruna. Y esa era una mala época muy benigna, comparada con la que adviene.
El tratamiento cortés que Cristina Kirchner les ha dado a esta gente, y la paciencia que nuestro gobierno tiene con ellos, tiene un límite. Ya es hora que se bajen de un caballo que ya no tienen, y que, además, era prestado.
España era parte del pasado hace dos siglos, en este regurgitar de la historia parece que no aprendió nada. Y eso se paga.

Buenos Aires, 31 de octubre de 2008