EL DÓLAR COMIENZA SU DECADENCIA FINAL

Por Walter A. Moore

China anunció que impulsará la búsqueda de una forma monetaria para el comercio internacional que prescinda del dólar. Y el FMI apoya la idea, porque también China pone como ejemplo de esa nueva divisa, a los llamados Derechos Especiales de Giro, que durante otra crisis, inventara esa organización. Pero si a Estados Unidos puede creérsele poco, al Fondo Monetario Internacional no puede creérsele nada, pues sólo es una parte del mafioso sistema financiero internacional, por más que se encuentre incluido dentro de las Naciones Unidas.
El despliegue de esa noticia[1] trae jugosos datos: Los norteamericanos lograron encajarle sus bonos del tesoro a un grupo de gobiernos extranjeros por más de 3.000.000 de millones de dólares, entre ellos a los brasileños que tienen en sus bancos 133.500 millones de dólares en esos bonos, China u$s 740.000 millones, Japón con un total de u$s 635.000 millones y el conjunto de países de la OPEP tienen u$s186.300 millones. Todos ellos aspiran a cambiar estos bonos por algo más sólido, más confiable, porque si el actual presidente de Estados Unidos proclama que “El dólar es la moneda más fuerte del mundo”, es porque sucede exactamente lo contrario. Si fuera cierto no necesitaría proclamarlo, los hechos hablarían.
En otras palabras, el presupuesto de crisis establecido para el gobierno norteamericano (u$s 3.500.000 millones) es inferior al dinero del gobierno norteamericano que tienen los extranjeros, entre bonos y dólares.
Ahora bien, ¿qué hace con ese dinero el gobierno norteamericano?: -Se lo regala a los grandes bancos quebrados y otras grandes empresas en bancarrota, lo cual dice el ex presidente del Banco Mundial, Joseph Stiglitz que “Es un robo a los contribuyentes de los Estados Unidos”, y del resto del mundo, podemos agregar. Y para colmo de disparate, destinado a un plan que va a fracasar, según manifiesta públicamente el reconocido experto Paul Krugman.
En otras palabras, Estados Unidos va a entrar en un proceso de Depresión Económica que equivale al de una empresa quebrada, y usa como estrategia para salir de sus deudas, emitir cheques sin fondo en forma descontrolada. Eso sólo puede tener un final: el colapso.
LAS PREGUNTAS QUE SE HACE LA GENTE EN GENERAL Y ESPECIALMENTE LOS ARGENTINOS:
Después de pasar por el robo de nuestro dinero por los banco mediante el llamado “Corralito”, y de una serie de devaluaciones del orden de 1.000.000.000 de veces (nuestro peso perdió 9 ceros), todos los que tienen algún ahorro en dólares se encuentran desconcertados. Cabe aclarar que la demanda de dólares (y su precio) subió, porque todo el mundo quiso tener algo más tangible que acciones o bonos (que ya han perdido hasta el 90% de su valor), e imaginan que guardar billetes verdes es más seguro que especular con acciones.
Pero se vuelven a equivocar. Esta vez los que apuesten al dólar perderán, y lo perderán todo.
La economía del país emisor, lejos de recuperarse, se debilitará cada vez más, y no hay mejor indicativo que el valor del oro: Cuando el dólar fue adoptado como divisa (al final de la 2da. Guerra Mundial), una onza de oro se obtenía por u$s 35, hoy vale más de u$s 1.000, o sea que el dólar ha perdido el 3.000% de su valor inicial.
¿Qué hacer con los ahorros, entonces?.
Existe una sola posibilidad de conservar el valor de los ahorros, que es igual para las personas individuales como para los Estados:
Salir de todo sistema monetario y especulativo y convertir esos activos abstractos en activos reales y capaces de generar riqueza, no rentística, sino productiva, y para esto los países del llamado Tercer Mundo están mejor posicionados que los países “desarrollados” y, a pesar de las opiniones agoreras sobre nuestro futuro que emiten los mismos especialistas que no pudieron prever el presente desastre, nosotros estamos mejor posicionados, por dos motivos centrales:
A) Tenemos necesidades reales insatisfechas, o sea que se puede crear trabajo legítimo, con clientes que están necesitando bienes reales, como mejores alimentos, viviendas, servicios de infraestructura, etc. Y lo mismo sucede con los Estados: que en lugar de guardar papeles que perderán rápidamente su valor, deben convertirlos inmediatamente en equipos, maquinarias y saberes que permitan ampliar la infraestructura nacional.
B) La compraventa de bienes y servicios entre distintos estados puede hacerse fácilmente con sólo equilibrar el valor de las distintas monedas de acuerdo a la Paridad de Poder Adquisitivo entre los países, sin recurrir a divisa alguna, manteniendo equilibradas las balanzas comerciales. Si nos compran les compramos; si no iremos a otro lado.
C) Para reforzar el desarrollo local, se deben implementar sistemas confiables para la emisión de monedas locales, para impedir que la moneda nacional actúe depredatoriamente dentro de cada país como lo han hecho las divisas en el planeta.
D) Disponemos de recursos naturales, que siempre tienen valor concreto, los servicios y los productos industriales pueden generarse localmente con cierta facilidad, como lo hemos probado en la época, que volverá, en que debimos sustituir importaciones y nos convertimos en la primera potencia industrial de América Latina. El mundo entero necesita alimentos, y nosotros podemos producir 10 veces más de lo que necesitamos, cualquier objeto o conocimiento que precisemos podemos cambiarlo directamente por alimentos. Eso ya sucedió durante la crisis del 2001, donde aceptaban como pago por la compra de vehículos, maquinarias y servicios, órdenes de pago de cereales.
El proceso en curso debe llevarnos rápidamente a DES-EXTRANJERIZAR nuestra economía. Lo que está pasando con la minería y el abuso de los campos debe terminar inmediatamente, toda su producción debe ser nacionalizada, desprovincializada, estatizada y confiada a organizaciones locales que preserven los recursos y el medio ambiente.
Igual recorrido debe hacerse con la pesca, permitiendo la recuperación de nuestra fauna ictícola fluvial y marítima, sustituyendo la captura depredadora por el extractivismo sustentable. Todas las empresas de servicios públicos, inclusive las grandes distribuidoras de productos de consumo masivo deben estatizarse o confiarse a organizaciones comunitarias, para impedir que la fijación de precios quede en manos de empresas multinacionales (muchas de las cuales entrarán pronto en proceso de quiebra).
La Globalización fracasó, la caída del dólar abrirá el dique del proteccionismo y la actual disminución del comercio mundial, que ya supera al 25% de la flota mercante inmovilizada, llegará a triplicar esta marca, probablemente en el transcurso del presente año, acompañando la caída del dólar.
Si algunos tenían la esperanza de que el Euro fuera la divisa alternativa, se darán cuenta que su debilidad llega al punto de que ni siquiera pueden auxiliar a sus socios más recientes de Europa Oriental.
Cuanto antes la Cultura de la Especulación y el Rentismo, con su gigantesca dosis de corrupción conexa, sea sustituida por la Cultura de la Producción y el Trabajo, sustituyendo a la avaricia como motor cotidiano por valores más altos, más pronto podremos recuperar el lugar que como Nación nos corresponde en el concierto de las Naciones de un mundo DES-GLOBALIZADO.
Buenos Aires, 25 de marzo de 2009