La Argentina se desprende de factores centrales de la dependencia imperialista.
Por Walter A. Moore
El Imperio se está cayendo, y de la peor manera.
El lapidario comentario de uno de sus economistas más brillantes, Paul Krugman, que en el New York Times (1) opina con un titular: “EE.UU., el Madoff de la economía mundial”, o sea el país que ha estafado a todo el planeta, nos prueba que a pesar de los patéticos esfuerzos de su presidente zurdo, el sistema no tiene arreglo, diga lo que diga la CNN.
La debacle del dólar es cada día más inminente, y el poder de Estados Unidos se sustentó siempre en el dólar, material con el construyeron su “tigre de papel”, de papel moneda, claro.
En este proceso de darle enérgicos empujones hacia el abismo en que merecen caer, el gobierno argentino ha dado pasos muy importantes.
Primero fue en nuestro país donde se le arruinó su estrategia para imponernos el ALCA, en el heroico evento de Mar del Plata, donde el psicópata de Bush fue desairado como jamás esperó.
Después eliminaron el dólar como moneda de intercambio con nuestro principal socio comercial, el Brasil. Un ejemplo que pronto, con seguridad, será imitado por muchos países latinoamericanos y no latinoamericanos.
El tercer golpe fue más fuerte. Al hacer un convenio con la República Popular China por el cual, su moneda empieza, en los hechos, a conformar una parte importante de nuestra reserva monetaria.
Es siniestro que los adulones de siempre titularan: “China pone a disposición de la Argentina US$ 10.200 millones”, cosa que es mentira. China aceptó intercambiar 37.000 millones de pesos argentinos por 70.000 millones de yuanes, que al precio superinflado de los dólares de hoy, equivale a esos 10.200 millones de dólares. Comparación que lo único que demuestra como el periodismo cipayo trata de edulcorar la caída de sus amos imperiales, porque, insistimos, no hay ningún dólar implicado en esta operación, que es una operación entre nuestra moneda y la moneda china.
La Argentina así, se ha convertido en el sexto país en el mundo, y el primero de todo Occidente, que acepta comerciar con china sin utilizar dólares para nuestro intercambio.
Ese es un mensaje que nadie puede dejar de tomar en cuenta, sobre todo en la antesala de la Cumbre del Grupo de los 20 (que hasta hace muy poco eran los ricos del G7+1 que era Rusia). Reunión básicamente mediática, porque como siempre, los del G7 ya decidieron que es lo que nosotros tendremos que firmar, imaginando que se encuentran montados en un caballo que ya no tienen, y del que caerán muy pronto.
Pues tras la caída del dólar vendrá la de un euro cada vez más débil y con ello el desplome de una Unión Europea que no tuvo, no tiene, ni tendrá, otra consistencia que la unión monetaria, y al derrumbarse su moneda, no quedará nada. Así que en un futuro muy cercano, volveremos a tener que tratar con todos los países por separado, como siempre ha sido, y será usada entonces una moneda nacional contra otra moneda nacional, fue así y seguirá siendo así.
Festejemos, la Gran Estafa euronorteamericana está llegando a su fin.
Y como frutilla de un postre en el cual la Argentina tuvo un papel descollante, tanto en las reuniones de Chile, que convalidó sus títulos de país colonial, convocando mediante una extraña convocatoria a “Los líderes progresistas”, a la cual invita a una potencia colonialista (ahora en decadencia, pero sin abandonar sus pretensiones) como Gran Bretaña, a cuyo premier se le pusieron los puntos sobre las íes. Los medios cipayos casi no informan sobre lo que ha sucedido en la reunión cumbre de Qatar, entre mandatarios sudamericanos y de los países árabes, “destinada a fortalecer los lazos económicos entre los dos Bloques”, y donde en forma unánime se repudió la masacre realizada por las fuerzas armadas israelíes en Gaza.
Así, toda esta actividad en el campo internacional quedó coronada por la expulsión de las delegaciones militares de los Estados Unidos de los edificios del Comando de Defensa, de la Armada y de la Fuerza Aérea (2).
En otro momento podemos analizar todo lo que no se hace y lo que podría hacerse, pero en este momento lo único que podemos decir es:
¡VAMOS ARGENTINA, CARAJO!
Buenos Aires, 31 de marzo de 2009
El Imperio se está cayendo, y de la peor manera.
El lapidario comentario de uno de sus economistas más brillantes, Paul Krugman, que en el New York Times (1) opina con un titular: “EE.UU., el Madoff de la economía mundial”, o sea el país que ha estafado a todo el planeta, nos prueba que a pesar de los patéticos esfuerzos de su presidente zurdo, el sistema no tiene arreglo, diga lo que diga la CNN.
La debacle del dólar es cada día más inminente, y el poder de Estados Unidos se sustentó siempre en el dólar, material con el construyeron su “tigre de papel”, de papel moneda, claro.
En este proceso de darle enérgicos empujones hacia el abismo en que merecen caer, el gobierno argentino ha dado pasos muy importantes.
Primero fue en nuestro país donde se le arruinó su estrategia para imponernos el ALCA, en el heroico evento de Mar del Plata, donde el psicópata de Bush fue desairado como jamás esperó.
Después eliminaron el dólar como moneda de intercambio con nuestro principal socio comercial, el Brasil. Un ejemplo que pronto, con seguridad, será imitado por muchos países latinoamericanos y no latinoamericanos.
El tercer golpe fue más fuerte. Al hacer un convenio con la República Popular China por el cual, su moneda empieza, en los hechos, a conformar una parte importante de nuestra reserva monetaria.
Es siniestro que los adulones de siempre titularan: “China pone a disposición de la Argentina US$ 10.200 millones”, cosa que es mentira. China aceptó intercambiar 37.000 millones de pesos argentinos por 70.000 millones de yuanes, que al precio superinflado de los dólares de hoy, equivale a esos 10.200 millones de dólares. Comparación que lo único que demuestra como el periodismo cipayo trata de edulcorar la caída de sus amos imperiales, porque, insistimos, no hay ningún dólar implicado en esta operación, que es una operación entre nuestra moneda y la moneda china.
La Argentina así, se ha convertido en el sexto país en el mundo, y el primero de todo Occidente, que acepta comerciar con china sin utilizar dólares para nuestro intercambio.
Ese es un mensaje que nadie puede dejar de tomar en cuenta, sobre todo en la antesala de la Cumbre del Grupo de los 20 (que hasta hace muy poco eran los ricos del G7+1 que era Rusia). Reunión básicamente mediática, porque como siempre, los del G7 ya decidieron que es lo que nosotros tendremos que firmar, imaginando que se encuentran montados en un caballo que ya no tienen, y del que caerán muy pronto.
Pues tras la caída del dólar vendrá la de un euro cada vez más débil y con ello el desplome de una Unión Europea que no tuvo, no tiene, ni tendrá, otra consistencia que la unión monetaria, y al derrumbarse su moneda, no quedará nada. Así que en un futuro muy cercano, volveremos a tener que tratar con todos los países por separado, como siempre ha sido, y será usada entonces una moneda nacional contra otra moneda nacional, fue así y seguirá siendo así.
Festejemos, la Gran Estafa euronorteamericana está llegando a su fin.
Y como frutilla de un postre en el cual la Argentina tuvo un papel descollante, tanto en las reuniones de Chile, que convalidó sus títulos de país colonial, convocando mediante una extraña convocatoria a “Los líderes progresistas”, a la cual invita a una potencia colonialista (ahora en decadencia, pero sin abandonar sus pretensiones) como Gran Bretaña, a cuyo premier se le pusieron los puntos sobre las íes. Los medios cipayos casi no informan sobre lo que ha sucedido en la reunión cumbre de Qatar, entre mandatarios sudamericanos y de los países árabes, “destinada a fortalecer los lazos económicos entre los dos Bloques”, y donde en forma unánime se repudió la masacre realizada por las fuerzas armadas israelíes en Gaza.
Así, toda esta actividad en el campo internacional quedó coronada por la expulsión de las delegaciones militares de los Estados Unidos de los edificios del Comando de Defensa, de la Armada y de la Fuerza Aérea (2).
En otro momento podemos analizar todo lo que no se hace y lo que podría hacerse, pero en este momento lo único que podemos decir es:
¡VAMOS ARGENTINA, CARAJO!
Buenos Aires, 31 de marzo de 2009
(1) Publicado el 31/3/09 tanto por La Nación (pag.3) como por Clarín.
(2) Ver Ámbito financiero del 31/3/09, pag. 28
(2) Ver Ámbito financiero del 31/3/09, pag. 28